El amor todo lo puede, esa es la bonita historia de amor de Celva y Sergio, donde la finca Tentadero La Paz fue testigo.
Hace ocho años, sus miradas se cruzaron en un trayecto que realizaban en el metro, fue un flechazo en toda regla y el destino quiso que se volvieran a encontrar en una disco mientras bailaban.
Lo que no sabían Celva y Sergio, es que no iba a ser fácil porque no hablaban la misma lengua, pero el amor que sentían el uno por el otro fue tan grande que consiguieron derribar la barrera del idioma.
El de Moldavia y ella de Bolivia. Una bella pareja, de las que sueña cualquier fotógrafo inmortalizar, porque siempre quedan bien en cámara, pero que realmente son mucho más bellos por dentro.
En la finca Tentadero La Paz se dieron el si quiero al son de unos mariachis que ambientaron el cóctel de bienvenida servido en los jardines.
Fue un día radiante y lleno de emociones, donde otra vez fuimos testigos que el amor siempre habla el mismo idioma.